Me hicieron esclavo las palabras,
en el momento de la circunstancia,
lejano siento el pasado
donde aspire a ser,
de la eternidad,
poeta.
Pesada carga esta,
de la expresión
que jamás
dejo de buscar respuesta.
Mota de polvo,
microscópico germen,
átomo libre.
Matices de instantes,
esa,
es mi carne.
Dueño de mi silencio,
observo y veo,
más allá de la vulgaridad normal,
me adentro en el curioso mundo animal,
territorio sanguinolento,
donde la vida toma cuerpo
y, por fin,
el aliento,
se siente propio
y dentro.
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