sábado, 15 de marzo de 2014

Miradas ciegas.

 



Nunca valoramos el cariño de los instantes, tramite del tiempo que por defecto se comprende omitiendo la realidad que solo dentro se nos esconde, naciendo con prisas y de golpe, al sentir que se pierde su roce.



Llora el alma su encierro de negras lagrimas, aquellas que a bocanadas nos dejan ciegos sacando el pecho su dolor más seco, pudriendo de lamentos los cuerpos que no atendieron, dejando a su paso solo, tenues y borrosos recuerdos.




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