Dicen que no todos son iguales,
que generalizar es extremo y
malo.
Dicen tanto y tanto que han
quebrado mi sueño alado,
pues después de escucharos
solo mastico el fango de vuestro
embuste y engaño.
Jamás firman ante notario,
y al hacer lo contrario a lo
prometido,
culpan al del otro lado.
Que se los quede otro,
yo no quiero ni uno solo,
la evolución de político a parásito me
desborda de asco.
Podréis seguir riendo,
viviendo como la ostia, como Dios…
yo, prefiero morir con mi horada
palabra
a sonreíros de cara.
Con los huevos por corbata
abro el periódico cada mañana.
Con los huevos allí arriba,
me trago los artículos de sucesos
y economía.
Con esa áspera sensación
trago y trago espesa y
blanquecina saliva,
la misma, que no alivia mi ira.
-Cuanto hijo de puta haciendo de
predicador-
Susurra la conciencia y grita mi boca.
Seguimos masticando su mierda,
creyéndonos sus cuentos, nos
dejamos aplastar por sus dedos.
Pese todo, callamos lo que
pensamos y somos
dando por bueno lo que jamas sera más que sueño.
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