Ya ha empezado
su
cuenta atrás
ese grotesco
sufrimiento.
Desdicha desnuda,
la que
de minutos funestos
erosiona los pilares
que en mi carne
se
hacen vida.
Vibra la
impertinencia
de mi razón,
confusa de idas sin
regresos,
de pensamientos,
que en la añoranza
de
un falso respeto
se pudrieron
entre
mis dedos.
Y me pregunto,
aún
sobre este
negro mundo,
-universo de universos
dicen algunos-.
Cuál de todos,
fue realidad
entre
mis labios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario