miércoles, 15 de noviembre de 2017

Palabras vacías.




Palabras planas son todas aquellas que se amontonan en el alma
como lo hace la mismísima pena en cualquier campo santo,
son esas que sin uña se agarran para decir siempre lo mismo,
las que no gritan por evitar molestar en los oídos,
las que nunca flotan y pese llamarse buenas, jamás perdonan.

Y yo, yo no quiero llenar mis huecos de ellas,
yo lo que quiero es que al levantar los brazos el aire los mueva
con la misma liberad que han de moverse aquellas otras palabras,
que a medias o eternamente completas,
salen sin ser medidas y, sin ser medidas,
caminan en busca de la realidad, de su esencia.

Las palabras planas son las que dicen, y dicen,
pero aburren hasta las piedras, que duras como el abismo de su miseria
se dejan perder como se pierde la tierra, entre aquellos ecos
que sin quererlo perecieran en bocas y manos mudas de ellas.

Hoy, al salir a la calle el frío me acarició la nuca,
me he subido la solapa de la chaqueta, y ese frío,
como si jamás existiera, ha desaparecido como con la muerte
lo hace aquella dura pena, al sentir bajo sus alas 
palabras que quisieran y nunca lo fueran.

No hay comentarios:

Publicar un comentario